San José de Cusmapa es un montañoso poblado rodeado por bosques de pino. Donde un grupo de mujeres ideó una forma de aprovechar la hoja o sícula del pino.
Estas las procesan para crear artesanalmente adornos poco comunes y utensilios atractivos.
El proceso de creación es simple, pero requiere de mucha habilidad manual: primero recogen las hojas secas de pino de los alrededores; luego, toman las largas y delgadas hebras de la hoja y las unen con hilo de lana para formar una especie de cordones, y éstos luego son moldeados y unidos para formar estructuras grandes o pequeñas como canastas, fruteras, bandejas, alajeras, jarrones, servilleteros y piezas creativas de ornamentación.
En su mayoría las protagonistas de la Cooperativa son mujeres que durante las mañanas realizan sus actividades domésticas y en el caso de algunas se desempeñan en otras labores, pero al caer la tarde, se dan cita en su taller y en conjunto elaboran piezas bastantes creativas.
“Acá elaboramos canastas de pino con diferentes diseños, colores, para luego ser comercializadas, nosotros tenemos una dinámica, la cual consiste en elaborar la pieza, luego llenamos un expediente por producción y al momento de cumplir con algún pedido grande unimos más esfuerzos para alcanzar la meta. La gente viene acá y muchas veces traen sus diseños para que nosotros se las elaboremos, logrando a su vez un nuevo conocimiento”, refirió María Elsa Díaz, presidenta de la cooperativa
Si se viene a San José de Cusmapa, es posible visitar las casas de mujeres para observar el proceso de creación y conversar sobre como iniciaron esta actividad hace poco más de una década.
Se puede visitar el pequeño taller y tienda de artesanías “Pinos Fabretinos de Cusmapa”, en el que se exhibe y vende una amplísima variedad de piezas.
La tienda es manejada por la cooperativa local de mujeres artesanas, que conglomera a 54 artesanas del pueblo y otras localidades. Es posible encargar diseños y cantidades de piezas a esta cooperativa.