Los detectives del Departamento del alguacil de Los Ángeles dieron a conocer que la muerte del obispo se trata de un homicidio.
Monseñor David O´connell, obispo Auxiliar de Los Ángeles, California, fue asesinado de un balazo este sábado 18 de febrero.
Según informe del diario Los Ángeles Times, el prelado de 69 años, que era conocido como “el pacificador”, fue encontrado muerto por una herida de bala en la localidad de Hacienda Heights, en el condado de Los Ángeles California.
Agentes del Alguacil del Departamento de Los Ángeles arribaron hasta un domicilio ubicado en la cuadra 1500 de la avenida Janlu en Hacienda Heights alrededor de la 1 de la tarde, donde el cuerpo sin vida del religioso fue encontrado al interior de una recámara, una tragedia por la que muchos exigen que se aclaren los hechos.
La comunidad católica continúa consternada por el asesinato del obispo de 69 años de edad, David O’ Connell.
Diferentes ciudades y condados han viajado hasta donde sucedieron los hechos para llevar flores y veladoras como señal de duelo.
Desde una ceremonia religiosa, un rosario y oraciones de forma personal han sido parte de lo que se vivió durante este domingo en honor a la memoria del obispo O’Connell.
“Yo vivo en Long Beach. Cuando se dio a conocer la información por WhatsApp que iba a haber un rosario, yo de verdad que me vine porque me identificaba mucho con el padre David”, dijo Ana Ramírez, residente de Long Beach.
“Yo me enteré ayer por la noche y fue un impacto porque fue algo repentino, creo que todos los sentimos”, añadió Lupe González, residente del área.
El obispo O’Connell, originario de Irlanda, nació en 1953, se dedicó al sacerdocio por más de 45 años, llegó hacer obispo y después en el 2015 nombrado Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Los Ángeles por el papa Francisco. De acuerdo a los fieles católicos, el obispo O’Donnell era un hombre dedicado a servir a Dios y a los más desprotegidos.
“Él era de verdad un hombre para los inmigrantes, para los indigentes, los pobres de la calle, y de verdad no lo podemos creer, estamos sin palabras”, dijo Guadalupe Ñanez, residente de Hacienda Heights.
“No hay razón para matar a un hombre justo, un hombre santo, un hombre de Dios, y de verdad estamos muy necesitados de que se descubra toda la verdad”, dijo Ramírez.
Detectives del Departamento del alguacil de Los Ángeles dieron a conocer, el domingo, que la muerte del obispo se trata de un homicidio y están tras las pistas que puedan dar con los responsables de este crimen.