Dos hermanitos comieron alimento envenenado que sus padres pusieron en la cocina la noche anterior para matar ratones.
Wilmer de dos años, murió envenenado luego de comer alimentos que los padres colocaron en la cocina como trampa para exterminar ratones, en Bilwi, Caribe Norte de Nicaragua.
Así mismo, Jasneylin, de 3 años, hermana de Wilmer, se encuentra en estado grave y hospitalizada.
Lo que habían puesto los padres eran las famosas pastillas para curar frijoles, con la intención de exterminar a los roedores que aparecían todas las noches.
La ingesta fue mortal. Cuando los padres se percataron de la desgracia corrieron desesperadamente al centro de salud más cercano con los niños en brazos, pero el pequeño no resistió y se rindió ante la muerte, mientras la menor fue trasladada al Hospital Nuevo Amanecer de Bilwi, donde sigue batallando por su vida.