Pekín se familiarizó con la investigación del reputado periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh sobre la implicación de buzos de la Armada de EE.UU. en la explosión de los gasoductos Nord Stream
«Hemos visto los informes. Los gasoductos Nord Stream son infraestructura transnacional vital. Las explosiones han tenido un grave impacto en el mercado energético global y en el ambiente ecológico. Si Hersh dice la verdad, lo que reveló es claramente inaceptable y debe ser contestado. EE.UU. debe al mundo una explicación responsable». Manifestó Mao, vocera del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning.
Este mismo día, el diario estatal chino Global Times publicó un artículo en el que afirmó que «las sospechas sobre EE.UU. no son infundadas». El periódico explicó que los gasoductos fueron «la arteria principal de energía que conectaba a Europa Occidental y Rusia, estabilizando la situación de seguridad a través de la expansión de intereses comunes», lo que los convirtió en «una espina en el ojo» de Washington.
En su artículo, Hersh afirmó que fueron buzos de la Armada estadounidense quienes colocaron los explosivos en los gasoductos Nord Stream en junio del 2022. Sostiene que la operación se llevó a cabo bajo la cobertura de los ejercicios BALTOPS 22 de la OTAN. Tres meses más tarde los dispositivos fueron activados de forma remota para destruir los gasoductos.
Además, según el periodista, Noruega ayudó a los buzos a colocar cargas de C4 bajo los gasoductos.
Adrienne Watson, una portavoz de la Casa Blanca, calificó tales suposiciones como «una ficción completamente falsa», mientras que Tammy Thorp, vocero de la CIA, comentó los hechos de manera similar, asegurando que «esta afirmación es total y absolutamente falsa», reseña el periodista.
Por su parte, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, señaló que no le sorprende que Noruega haya ayudado a los buzos estadounidenses a colocar los explosivos. De acuerdo con sus palabras, la información proporcionada por Hersh debería convertirse en objeto de una investigación internacional. La vocera recordó que Moscú, en reiteradas ocasiones, había ofrecido, en particular, a Dinamarca y Suecia, ayudar a investigar las explosiones en los gasoductos, pero siempre se encontró con un rechazo.