El Diario Nica

107 aniversario de la muerte de Rubén Darío

Un 6 de febrero de 1916, falleció en Nicaragua, Rubén Darío, poeta, periodista y diplomático, considerado el máximo representante del modernismo literario en lengua española.

En sus últimos días de vida tuvo una recaída fatal, tras su viaje a Estados Unidos, específicamente a Nueva York, viajó con el objetivo de hacer escuchar su voz en favor de la paz.

“Estaba huyendo de la hecatombe, de la gran guerra, que le afectó mucho como a todo el mundo, entonces le agarró una pulmonía, y tuvo que ser ingresado al hospital francés en Nueva York, y estuvo más de un mes y medio. Se recuperó y pasó a Guatemala”.

Estamos hablando de principios de 1915. Entonces en abril pasó a Guatemala y ahí permaneció unos seis meses y bastante recuperado, pero volvió a recaer.

El arzobispo de Managua José Antonio Lezcano y Ortega, le recomienda a su esposa Rosario Murillo Rivas que lo vaya a traer a Guatemala.

“Entonces llega a Nicaragua, llega a León, visita a su familia y se instala en Managua. Y pasa todo diciembre hasta el 6 de enero en Managua, en casa de su cuñado Andrés Murillo, y esos días se califican de pre agónicos, porque, aunque revela una gran locuacidad y un gran recuerdo de toda su vida, y lo visita los periodistas, y hay testimonio bellísimos de esos días pre agónicos, todo diciembre y los primeros seis días de enero de 1916”.

Rosario lo convence de que se deje operar en León, por Luis Debaile, entonces se contrata un tren expreso donde solo van Debayle, la esposa y él a León el 7 de enero.

“Ya va a entrar de la pre agonía, a la agonía, y el 8 lo operan. Y le extraen 14 litros de agua. Después el 10 de enero, recibe la extremaunción, el pide la extremaunción, estaba en las últimas.


 El 16 sigue grave, el 17 tiene un exceso de furia, quiere matar a Debaile, pide una pistola para matarlo.

Del 18 al 31 Rubén Dario pasa más o menos, no recuperado pero si agónico y dicta su testamento tras una ligera mejoría y le deja todo al hijo con Francisca Sánchez.

Después el 2 de febrero, insiste Luis H Debayle en volver a operarlo y sostiene que hay pus en el hígado, pero hay 2 médicos que se oponen. Juan B. Sacaza y José Godoy, dicen que no tiene pus en el hígado.

“Pero le hacen las punciones, en la primera punción, que es un clavo en el hígado, no hay pus, entonces Sacaza le dice, no estas equivocado, pero insistieron hacerle otra punción y tampoco hay pus, Con la primera punción se desmaya, esto el 2 de febrero, 4 días después muere”.

Muere un domingo, las honras fúnebres duraron una semana, de domingo a domingo, y vienen personalidades de toda centroamericana, no hay luz eléctrica en León, en 1916. Solo había luz eléctrica en Managua. La luz eléctrica entra en León en 1918, y después en Granada en 1924, en Masaya en 1925.

“¿De qué murió? No murió de cirrosis, murió con cirrosis, pudo haber vivido con cirrosis 10 años, conclusión que llegó el doctor Oscar Tenorio luego de una gran investigación que hizo, quien estudió su estado clínico”.

Una anécdota que se describió de sus últimas palabras y fueron dadas a conocer por un periodista y biógrafo chileno fueron: “Qué enjuguen mis pies las trenzas de oro de una magdalena arrepentida que me ame”.

4 países le dieron todo lo que le podían dar, Nicaragua, El Salvador, Chile y Argentina, sin incluir España y Francia.