Derrota en muy mal momento para el Manchester City (1-0) ante un Tottenham que se reafirma como una de las grandes bestias negras del conjunto de Guardiola. Ya son cinco visitas al nuevo estadio de los Spurs sin conseguir marcar. El solitario, e histórico gol, de Harry Kane en el primer tiempo fue suficiente para que los locales sumaran los tres puntos y evitaran que el City recortara distancia con el Arsenal.
Guardiola sabía de la importancia del partido tras la derrota del Arsenal ante el Everton y salió con todo. Solo tres centrales, un doble pivote, y por delante Mahrez, Julián Álvarez, Bernardo Silva y Grealish como línea de mediapuntas por detrás de Haaland. Mucha presencia en ataque y en la zona de tres cuartos pero con muy poca capacidad finalizadora. Solo Mahrez consiguió inquietar al Tottenham en el descuento de la primera mitad con un remate al larguero.
El City fue incapaz de darle la vuelta al marcador en la segunda mitad. A pesar de tener al Tottenham cada vez más encerrado en su propio campo, las mejores ocasiones seguían siendo para los Spurs. Y paradojas del fútbol, una victoria de su máximo rival permite respirar al Arsenal y mantener la ventaja de 5 puntos.