Las personas que han salido de las zonas rurales del sur y oriente del país se han encontrado con muestras de racismo y discriminación.
La incitación al homicidio de una mujer campesina manifestante quedó registrada en un video que se viralizó en Perú en el contexto de las protestas, que trasladaron del sur y oriente del país a la capital peruana para exigir la salida de la presidenta Dina Boluarte y el adelanto de las elecciones generales.
En el registro se ve a una mujer con sombrero y pollera vestimenta tradicional de las comunidades ancestrales que habitan en la región andina mientras protesta frente a un cordón policial que resguarda una manifestación.
«No tengo mi estudio, pero me doy cuenta. Personas que tienen su estudio, personas que han empezado en las universidades, díganme…». Expresó la víctima. Sin embargo, sus palabras son interrumpidas por un hombre, que pasa junto a otro delante de los escudos de los agentes antimotines.
«Métele bala, güevón», exclama entre risas mientras camina con una lata en su mano.
Ante esta incitación a la violación de los derechos humanos, la manifestante responde: «Sinvergüenza, comes de la sierra, tragas de la sierra y te gozas. ¡Qué vergüenza!».
En la sierra, donde se ubican buena parte de las comunidades indígenas campesinas, se realiza el cultivo de rubros esenciales para la alimentación de los peruanos, entre los que se encuentran el maíz, arroz, papa, café y frutas.
Tras los comentarios de rechazo, Luis Lazo, uno de los hombres que fueron captados en el video, publicó en su cuenta de TikTok sus disculpas por el comentario «fuera de lugar, que no venía al caso».
«Estoy avergonzado por el comentario sin sentido que hice ayer, apoyo su derecho a la protesta, respeto el derecho a la vida de todos». Expresó después de que sus ofensivas palabras se hicieran virales.
Lazo intentó justificar su conducta alegando que estaba «bajo efectos del alcohol» y llamó que cesaran las amenazas en contra de su familia. «Qué esto quede acá», pidió.
Las palabras por las que se disculpa Lazo ocurren en medio de un contexto de crisis política y social recrudecido tras la destitución de Pedro Castillo, por parte del Congreso, en diciembre pasado.
La salida del mandatario generó manifestaciones de los sectores más vulnerables de la población que, según las denuncias de los organismos de defensa de los derechos humanos, han sido las principales víctimas del uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía que custodia las manifestaciones.
Hasta el momento, conteos extraoficiales hablan de más de 60 muertos en las protestas, mientras que el registro de la Defensoría del Pueblo arroja 58 víctimas