Es una de las redadas más letales de los últimos años en Cisjordania. Entre los muertos hay una mujer de 60 años.
El Ejército israelí ha matado este jueves a nueve palestinos en el campo de refugiados de Yenín, epicentro de la resistencia armada palestina en el norte del territorio cisjordano, donde estallaron enfrentamientos armados con milicianos locales que se han saldado también con al menos una decena de heridos.
Una de las redadas más letales de los últimos años en Cisjordania, según ha informado el Ministerio de Sanidad palestino. Siete son milicianos y dos civiles, entre ellos una mujer de 60 años, además 16 heridos, cuatro de ellos en estado crítico.
Las fuerzas israelíes permanecieron tres horas en plena luz del día en le campo de refugiados en el que suelen optar por operaciones más rápidas y especificas de madrugada por tratarse de un bastión de las milicias palestinas.
La Unión Europea y la ONU muestran su preocupación ante Israel tras la muerte de al menos nueve palestinos a manos del Ejército israelí.
Bruselas reconoció la preocupación legítima del país por su seguridad, pero pidió «el uso proporcionado de la fuerza». La ONU directamente ha lamentado el «continúo ciclo de violencia en Cisjordania.
Según concretó un portavoz militar israelí, soldados y fuerzas policiales llevaron a cabo «una operación antiterrorista conjunta» con el objetivo de «detener a un escuadrón terrorista» del movimiento islamista Yihad Islámica, con fuerte presencia en Yenín.
Las redadas y operaciones de arresto israelíes en localidades de Cisjordania -sobre todo en el norte, principal foco de tensión- son casi diarias desde 2022.
Sus incursiones se suelen traducir en enfrentamientos armados con grupos locales, lo que a menudo deriva en víctimas mortales.
El año pasado, 170 palestinos murieron por fuego israelí en incidentes violentos con israelíes, siendo el año más mortífero en Cisjordania desde 2006.
En lo que va de este año, veintinueve palestinos han muerto ya por disparos israelíes, lo que equivale a más de un palestino muerto por día.
Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina calificó lo sucedido de «masacre», y su presidente, Mahmud Abás, convocó tres días de luto por los muertos. También se declaró huelga general en Cisjordania, donde muchos de sus comercios e instituciones se cerraron en señal de duelo.
Asimismo, el Ejército israelí se puso en alerta ante una mayor escalada de tensión y la posibilidad de que se lancen cohetes desde Gaza, donde las milicias del enclave se reunieron para tratar lo sucedido.