El Diario Nica

Rusia: Algunos se están cambiando a la leña y carbón

Una breve recesión amenaza en convertirse en la más profunda. Los gobiernos europeos ya no podrán subvencionar a las empresas energéticas, ni a la población.


El presidente del partido Rusia Unida y subjefe del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, Dmitry Medvedev, sostuvo una reunión donde se abordó el tema de la gasificación de Rusia, destacando la alegría de la población que ya están conectados al suministro de gas.

«Lo más importante es que hay sonrisas en las caras de las personas que acaban de recibir gas. Los acabamos de ver, ¿no? Bueno, como dicen, siente la diferencia. Y alguien se cambia a carbón y leña. Pero esto no es lo nuestro».  

Esto se da mientras la UE está tratando de suavizar el golpe de la crisis energética. Distintos analistas calculan que el gas comprado en otro mercados y no al ruso ha costado un billón extra. El presupuesto está a punto de estallar, la carga de la deuda ha superado todos los niveles aceptables. Y esto es sólo el principio.

Los planes de la UE son ambiciosos: reducir el consumo de combustible ruso en un 66%, y para 2027 acabar con él por completo. En particular, se habla de acelerar la transición a fuentes renovables.

Aunque los planes verdes hasta ahora no inspiran mucha esperanza. Las empresas energéticas no tienen suficiente experiencia en la construcción de aerogeneradores, logística, distribución asi como la gestión de capacidad.

Ahorrar es un trabajo duro. La Agencia Federal de Redes de Alemania admitió que ni las empresas ni los hogares realmente tienen éxito en esto.

«El consumo ajustado por temperatura en las semanas calendario 48 y 49 estuvo solo un 12 por ciento por debajo del punto de referencia de los últimos cuatro años y, por lo tanto, se encuentra en el rango crítico».

Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la demanda anual de gas en Europa se ha reducido en 50.000 millones de metros cúbicos. Sin embargo, para 2023 se prevé un déficit de 27.000 millones. Y este es un escenario muy realista: los suministros rusos se detendrán y las importaciones chinas de GNL se recuperarán a los niveles de 2021.