El FMI pronostica que Nicaragua seguirá creciendo por lo menos el 3% en 2023, mejor que otras naciones centroamericanas.
Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI), reconoce que la economía de Nicaragua se encuentra en franco crecimiento y proyecta un aumento del Producto Interno Bruto para este año del 4%.
Un equipo del FMI, dirigido por Alina Carare, sostuvo discusiones virtuales del 3 al 4 de noviembre y visitó Managua del 7 al 15 de noviembre, para la consulta del artículo IV de 2022.
Durante su visita, el equipo del FMI se reunió con Iván Acosta, ministro de hacienda, con Ovidio Reyes, presidente del Banco Central, otros altos funcionarios, representantes del sector privado, bancos y representantes extranjeros.
El FMI afirmo que “la actividad económica se está recuperando bien, respaldada por políticas macroeconómicas, financieras apropiadas, amortiguadores previos a las crisis sustanciales de depósitos gubernamentales y reservas internacionales”.
Con asistencia financiera el gobierno de Nicaragua. ha podido hacer frente a la pandemia del Covid-19 y esfuerzos de reconstrucción después de los huracanes Eta e Iota.
El PIB real creció un 10.3% en 2021, el cual se espera que crezca un 4% en 2022, sostenido por el consumo privado, dados los precios de exportación favorables. Las fuertes remesas, los grandes proyectos de Inversión Extranjera Directa y la asignación de derechos especiales de giro en agosto de 2021 permitieron la acumulación continua de reservas internacionales brutas por alrededor de US$ 4,200 millones a fines de septiembre de 2022.
Observa la alta inflación importada que enfrente el país y reconoce que las autoridades se están enfocando adecuadamente en gestionar la salida de las políticas acomodaticias adoptadas durante el COVID y ajustar las finanzas públicas a condiciones financieras globales más estrictas.
El FMI asegura que “la perspectiva económica de Nicaragua es favorable, aunque los riesgos para la perspectiva son a la baja, principalmente debido a los vientos en contra a nivel mundial” por lo que “se espera que el crecimiento del PIB real se modere al 3 por ciento en 2023, debido a una demanda externa más débil y condiciones financieras externas más estrictas”, pero “a mediano plazo, se proyecta que el crecimiento del PIB real converja a su potencial de alrededor del 3½ por ciento, dada la cautelosa recuperación de la inversión y el crédito al sector privado, y la menor participación de la fuerza laboral”.
El FMI señala que la postura de la política fiscal para 2023 es adecuada y consistente con el compromiso de las autoridades nicaragüenses de salvaguardar la sostenibilidad fiscal.
“En 2023, se espera que el déficit del sector público consolidado mejore en 0,9 puntos porcentuales del PIB, a 2,4 por ciento del PIB, principalmente a través de la reversión de las medidas relacionadas con la crisis y la consolidación continua a nivel del gobierno central. A mediano plazo, se espera que continúe un enfoque sostenible de la política fiscal para reducir la deuda pública, que actualmente es de alrededor del 57 por ciento del PIB”, expreso el FMI.
Los bancos están bien capitalizados y líquidos, la resiliencia del sector financiero podría fortalecerse aún más. Los depósitos bancarios continúan creciendo, superando su nivel agregado previo a la crisis (medido en córdobas), y el crédito al sector privado también está repuntando, pero se mantiene por debajo de los niveles previos a la crisis. Los préstamos improductivos se han reducido a la mitad en los últimos dos años al 1.9% en septiembre de 2022.