El presidente de Rusia, Vladímir Putin propuso crear en Turquía el mayor centro gasístico para Europa.
Alexéi Miller, director ejecutivo del gigante gasístico ruso Gazprom afirmó que todos los volúmenes de gas de los gasoductos Nord Stream, afectados por los sabotajes ocurridos el 26 de septiembre, podrían redirigirse a un centro de transporte en Turquía.
«Estamos hablando de todos esos volúmenes que perdimos debido a actos de terrorismo internacional en Nord Stream, por lo que pueden ser volúmenes significativos«, Anunció Miller el domingo al canal local Rossiya 1.
Asimismo, destacó que la experiencia de la compañía en la preparación del proyecto del gasoducto South Stream podría ser valiosa. Aquella iniciativa, que habría transportado un estimado de 63.000 millones de metros cúbicos de gas ruso al año a través del mar Negro a Bulgaria y de ahí a otros países de Europa, terminó siendo cancelada y reemplazada por el TurkStream. «Por lo tanto, incluso si hablamos de la documentación técnica de la ruta, todo se hizo para South Stream en aquel entonces«, enfatizó.
La semana pasada, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, propuso crear en Turquía el mayor centro (o ‘hub’) gasístico para Europa. «Podríamos desplazar el volumen perdido por (haber quedado fuera de servicio) los gasoductos Nord Stream 1 y 2 hacia la región del mar Negro«, sugirió, así como «convertir en las principales rutas del suministro de gas a Europa» a las que pasan a través de Turquía.
La iniciativa contó con el apoyo de varios políticos y expertos tanto turcos como rusos. Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se comprometió a trabajar de manera conjunta en el proyecto y señaló que podría ser desplegado en la región turca de Tracia, cerca de la frontera con Grecia.
Erdogan ha indicado que el Ministerio de Energía de Turquía y la empresa estatal rusa Gazprom redactarán primero un informe de viabilidad y lo presentarán a los líderes. El suministro se haría a través del gaseoducto TurkStream, tendido por el fondo del mar Negro y puede transportar hasta 31.500 millones de metros cúbicos de gas anualmente. Bulgaria, Grecia, Serbia, Rumanía, Hungría y Macedonia del Norte reciben suministros por esta vía.
El 26 de septiembre pasado, la operadora de los gaseoductos bálticos registró bruscas caídas de presión en uno de los ramales del Nord Stream 2 y luego en dos tramos del Nord Stream 1. Dos días después, se descubrió que las fugas de gas eran cuatro.
Antes de que comenzara el escape, los sismólogos de Suecia y Dinamarca habían detectado potentes explosiones bajo el agua en sus respectivas zonas marinas. Los gobiernos de ambos países vieron «actos de sabotaje» y «acciones deliberadas» en aquellos sucesos.