Si viajas de Managua hacia León es inevitable ver la figura casi perfecta del volcán Momotombo, ya que posee 1,258 metros sobre el nivel del mar en la parte Norte del lago de Managua.
El volcán Momotombo tomó su lugar en la historia nicaragüense cuando, en 1609, una violenta erupción hizo que los habitantes de la antigua ciudad colonial de León (Leon viejo) desplazaran la ciudad lejos del pie del volcán. La nueva ciudad de León fue reconstruida a unos 30 kilómetros hacia el Oeste, pero el Momotombo continuó siendo una amenaza para los poblados aledaños.
Aunque la última erupción se reportó en 1905, la actividad volcánica apenas comenzó a ser monitoreada en abril del año 2000. Debido a las altas temperaturas de algunas partes del volcán, que exceden los 500C, se ha puesto una planta geotérmica en su base, la cual produce energía del calor volcánico.
Escalar el Momotombo no es una tarea fácil. El primer paso es obtener un permiso de la compañía que administra la planta geotérmica, ya que la planta es el punto de inicio de la subida. Una vez en marcha, las cuestas pueden llegar a ser bastante inclinadas debido a la forma cónica del volcán. La arena volcánica y las piedras cubren una buena porción de la parte superior, así que se necesita una buena condición física para desplazarse en este tipo de superficie.
Es difícil ascender y descender este volcán en un solo día, ya que puede tomar entre 8 y 10 horas. Por ello, se recomienda dormir en la cima o empezar la excursión muy temprano en la mañana. Las personas que se decidan por la primera opción deben llevar su propia tienda de campaña y colocarla cerca del final de la línea de los árboles. Sin embargo, es importante recalcar sopla mucho el viento en este punto y el clima es bastante fresco, por lo que se debe de ir preparado con un suéter y una bolsa de dormir.
Expuesto lo anterior, se debe mencionar que todas las dificultades que se enfrentan al subir el Momotombo tienen su debida recompensa. La vista es magnífica: además de apreciar el cráter mismo, también es posible admirar los volcanes vecinos, el océano Pacífico, la ciudad de León y, si se va en un día de cielo despejado, se puede ver hasta el volcán Masaya y la isla de ometepe. Ciertamente escalar el Momotombo no es para cualquiera persona, pero para quienes se atreven, este volcán es un buen reto y una experiencia sin igual que merece el esfuerzo.