A partir de hoy, los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander conectarán el comercio legal entre Colombia y Venezuela ante la gran expectativa de sus pobladores que por siete años han aguardado la reapertura.
“No queremos que sea un show mediático ni un acto simbólico, sino una reactivación económica con toda la legalidad como lo veníamos haciendo antes del 2015”, subrayó a The Associated Press Sandra Guzmán Lizarazo, presidente de la Federación Colombiana de Agentes Logísticos en Comercio Internacional de Cúcuta. “Vamos a empezar de cero y lo primero es crear confianza en que las operaciones van a ser constantes”, agregó.
El acto de reapertura de la frontera se dio a las 10 de la mañana, hora local colombiana, con la presencia del presidente Gustavo Petro, el primero de izquierda en Colombia, que inició el deshielo de las relaciones con Nicolás Maduro al reconocerlo como presidente legítimo de Venezuela, contrario a su antecesor, que apoyaba al líder opositor Juan Guaidó.
Con la inminente reapertura, los vehículos empezaron a recorrer Colombia para llegar a la frontera cargados de productos como cartón corrugado, confitería, papel higiénico y vasos plásticos, que hace unos años se importaban de Venezuela y ahora se exportarán, según Guzmán Lizarazo.
La extensa región fronteriza de 2.200 kilómetros entre Colombia y Venezuela está conectada por puentes binacionales, algunos alzados sobre el río Táchira. Lo que solía ser una frontera común que unía vínculos familiares y económicos cambió radicalmente en agosto de 2015, cuando Maduro ordenó su cierre luego de un ataque que dejó heridos a tres militares cuando cumplían un operativo contra el contrabando en San Antonio del Táchira, del lado venezolano.
La vida de los pobladores que solían cruzar la frontera para hacer compras o trabajar cambió de la noche a la mañana. Cientos de militares venezolanos resguardaban la frontera cerrada y pocos días después inició la deportación de miles de colombianos.