Isabel Alejandra María, fue la primogénita del entonces príncipe Alberto y su esposa Isabel, nació por cesárea en 1926 creció en un ambiente tranquilo en la residencia de White Lodge.
La monarca falleció en el castillo de Balmoral, en Escocia, fue coronada el 2 de junio de 1953, Vio pasar a 15 primeros ministros y 7 papas.
Mientras estuvo en el trono, al cumplir 21 años juró “Toda mi vida, sea larga o corta, estaré dedicada a vuestro servicio”. Hasta el final cumplió a rajatabla su lema”. “Lo primero es la obligación, lo primero es el país”.
En el Palacio de Buckingham, se anunció la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra. La monarca de 96 años falleció en el castillo de Balmoral, en los Highlands de Escocia, rodeada de sus familiares más cercanos.
En las últimas horas había viajado la familia de urgencia, entre ellos su hijo Carlos, y sus nietos William y Harry.
Se convirtió en la reina británica más antigua superando a su tatarabuela la reina Victoria, que tenía el récord a los 81 años.
Reinó en 16 naciones, es decir a 139 millones de personas que viven en los países de la Commonwealth, entre ellos Canadá, Australia, Las Bahamas, Belice y Nueva Zelanda.
Muchos años después como Reina habitaría, en el Palacio de Buckingham con sus 775 habitaciones y pasaría los fines de semana entre el castillo de Windsor, el de Balmoral, el de Holyroodhouse en Escocia o su casa en Irlanda, en el castillo de Hillsborough.
Su abuelo, el rey Jorge V, ocupaba el trono británico y su tío Eduardo príncipe de Gales, era el heredero natural de la corona. En 1930, nació Margarita, quien se convirtió en su compañera incondicional. Su mamá y una institutriz impuesta por la reina Mary, se encargaban de su formación.
En sus estudios no incluían la matemática o Letras solo etiqueta, modales, economía doméstica y apenas recibía una hora y media de clases por día.
En 1936, el rey Jorge V murió y el príncipe David ascendió al trono con el nombre de Edward VIII. Pero Eduardo estaba enamorado de la norteamericana y divorciada Wallis Simpson y renunció a la corona por ella.
Con apenas 10 años, la princesa, que a la tarde jugaba con su perrito Dookie y montaba a caballo, supo el significado de la palabra crisis, siendo un empleado del palacio el que le comunicó que su padre se acababa de convertir en el rey Jorge VI.
“Quiere eso decir que serás la próxima reina” le preguntó la princesa Margarita. “Sí, algún día”, respondió Isabel. “Pobrecita”, se solidarizó su hermana menor.
De princesa, sin responsabilidades pasaba a ser princesa heredera; a su formación se le agregaron lecciones de caligrafía e historia de la monarquía y de la constitución británica y para esa época comenzó a desarrollar una manía; colocaba sus lápices en líneas perfectamente rectas e igualmente espaciadas. Y hacia algo similar con sus platos de almuerzo.
La monarca, no lo sabía pero comenzaba el reinado más largo del mundo. La coronaron en una nación que en ese momento contaba con unos 50 millones de habitantes que vivían una sociedad con una fuerte diferencia de clases, donde los asesinos eran condenados a la horca, ser homosexual era ilegal y la inmigración masiva no existía.
En sus 69 años en el trono, Isabel II vio gobernar a 15 primeros ministros, 13 presidentes de Estados Unidos y 7 papas. Llegó al trono cuando Winston Churchill ocupaba la residencia oficial de Downing Street, Iósif Stalin estaba en el Kremlin, y Harry S. Truman en la Casa Blanca. Se va cuando la URSS ya no existe, un presidente de color llegó a Washington y un argentino es Papa.
La princesa que escribía largas cartas en papel se convirtió en una fan de la tecnología. En 1976 cuando internet era una posibilidad pero no una realidad mandó un correo electrónico por primera vez.
En 1997 lanzó la web de la familia real. En 2011 hizo el primer streaming en directo en YouTube con la boda de Guillermo y Kate Middleton, Con la boda de Harry y Meghan Markle empleó una multiplataforma Twitter, Facebook y YouTube.
El país, en el que nació Lilibet no es el mismo donde muere Isabel II. Cambiaron las estructuras políticas sociales, económicas y culturales, pero en tiempos inciertos y de cambios constantes, la reina Isabel mantuvo su rutina invariable y siempre antepuso su responsabilidad como monarca a sus deseos personales. Tanto que cuando las cosas van mal, los ingleses no dudan en maldecir al gobierno, pero cuando van bien gritan orgullosos ¡Dios salve a la reina!