El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha declarado que esta situación es provocada por la UE y asegura que “Europa cosechará lo que ha sembrado”.
Rusia deslinda responsabilidad de lo que acontece en Europa con respecto a Gazprom, y al mismo tiempo advierte ratificando la confidencialidad como garante de la seguridad energética de este continente.
Esto aludiendo a los crecientes problemas a los que se enfrenta el viejo continente con la próxima llegada del invierno por la reducción del suministro de gases de Rusia.
Los medios occidentales reconocen la escasez del hidrocarburo ante el acercamiento del frio. The Wall Street Journal destaca que:
“El cierre del gasoducto ruso asesta un golpe económico a Europa”
Asimismo, este mismo periódico gringo advierte sobre el aumento de la inflación, sumado al empobrecimiento de los consumidores en el continente europeo. “Y es que la crisis energética se agravó a principios de julio cuando se produjeron las primeras in interrupciones en el suministro de gases de Rusia a varios países del bloque comunitario. Esto debido al problema con el mantenimiento de las turbinas del Nord Stream, producto de las sanciones impuestas contra Moscú”.