Las funciones policiales han existido desde hace mucho tiempo, no obstante, la policía como institución tiene una historia reciente en Nicaragua, que se remonta a los años 90, más de una década después de haberse desmembrado definitivamente de la fuerza castrense, a raíz de la disolución en 1979 de la Guardia Nacional, que asumía funciones militares y policiales.
Fue creada en 1927 en el contexto de la intervención norteamericana, como un cuerpo armado que fusionaba en su quehacer funciones policiales y militares. Este aparato, cuatro años después del retiro de las tropas norteamericanas de Nicaragua (1937), quedó subordinada y al servicio del régimen gobernante, con la misión de mantener el orden y la seguridad del Estado, sustentada en la Doctrina de la Seguridad Nacional.
El 19 de julio de 1979, la Guardia Nacional desapareció junto con el régimen dinástico al que servía desde 1937, al ser derrocado éste por la vía militar.
Aproximadamente dos meses después, el 5 de septiembre de 1979, se funda la Policía Sandinista, en medio del trinomio formado por la confusión Gobierno, partido, Estado. Una policía con profundos compromisos partidarios, que en el ejercicio de sus funciones predominaban los objetivos políticos del Gobierno.
Según el ex comandante, Javier López Lowery, segundo jefe de la policía en la década de los 80, lo más importante de ese momento histórico (1979) fue crear una policía con visión de policía, con capacitación de policía, con actitud de policía, con una identidad policial, diferenciada orgánica, administrativa y funcionalmente del ejército.
De modo que la policía nació con una independencia funcional del ejército, pero no legal. En ese mismo mes de septiembre, la Junta de Reconstrucción Nacional, promulgó el decreto 52 “Estatuto Fundamental de Derechos y Garantías”, que en la parte atingente al campo policial, sujeto éstas a un régimen especial de sus funciones cívicas y de protección de la ciudadanía, que establecía expresamente que mientras no se dictara la Ley de Policía correspondiente, el Ejército asumirá provisionalmente las funciones de policía en todo el país.
En esas condiciones, en 1980 se estableció la Ley de Funciones Jurisdiccionales de la Policía Sandinista, mediante el decreto 259, que le definió su campo de acción, que abarcaba:
• Proteger la vida de los habitantes del país.
• Prevenir el delito.
• Preservar el orden social.
• Velar por el respeto de los bienes nacionales, sociales y particulares, y prestar el auxilio necesario a las autoridades civiles para el cumplimiento de la Ley y el desempeño de sus funciones.
La policía dentro de este contexto empezó a dar sus primeros pasos organizativos y dada su composición que aglutinó de forma espontánea a combatientes insurreccionales, sin mediar ningún requisito o selección, se constituyó en un cuerpo extremadamente heterogéneo, que necesitó un acelerado proceso de depuración, que a finales de 1979 contaba con más de 12 mil miembros.
La Policía Nacional rindió homenaje a los oficiales que entregaron su vida en el cumplimiento de su deber, en una ceremonia que se celebró en la Plazoleta del Complejo Policial Faustino Ruiz, en Managua.
Autoridades policiales y subalternos, personalidades de distintas instituciones del Gobierno, así como madres y familiares de los oficiales caídos, depositaron ofrendas y una flor en el monumento a los policías caídos en el cumplimiento de sus servicios, a lo largo de los 43 años de constitución de la institución que garantiza la seguridad y paz de Nicaragua.
“La Policía Nacional es un cuerpo armado de naturaleza civil. Tiene por misión garantizar el orden interno, la seguridad de los ciudadanos, la prevención y persecución del delito, y los demás que le señale la Ley. La Policía Nacional es profesional, apolítica, apartidista y no deliberante…”