Este jueves el viceprimer ministro de Rusia, Alexánder Novak declaró ante la prensa que, su país va a detener los envíos de petróleo y de productos relacionados a los países que decidan poner un tope al precio del hidrocarburo, importado desde la nación.
«En lo que concierne a las limitaciones de los precios: si limitan los precios, simplemente no les vamos a suministrar el petróleo ni los productos petrolíferos a esas empresas o países que van a introducir las restricciones, porque no vamos a trabajar en condiciones que no sean de mercado«, anunció.
El Viceprimer ministro calificó de «absurdo total» las propuestas sobre la limitación de los precios del crudo ruso, tachándolas a su vez de «interferencia en los mecanismos de mercado de una industria tan importante como la petrolera«, que enfatizó «es crucial desde el punto de vista de seguridad energética mundial«.
Novak calificó que esos intentos solo conducirán la desestabilización de la industria y del mercado del petróleo, advirtió que los primeros en pagar por esa medida serán los consumidores europeos y estadounidenses, que ya están pagando mucho por los altos precios de la energía.
Por otro lado, la directora general adjunta del departamento de Energía de la Comisión Europea, Mechthild Woersdoerfer, declaró este jueves en una reunión de la comisión energética del Parlamento Europeo que «está en curso el trabajo sobre las medidas de emergencia respecto a los precios de la electricidad«.
«También podría haber algo sobre la reducción de la demanda de electricidad«, añadió, dando a entender que la Unión Europea también está estudiando opciones para disminuir la demanda eléctrica.
Las propuestas dirigidas a limitar los precios de la energía y a reducir la demanda forman parte de los intentos de Bruselas de hacer frente a los crecientes costes de la energía en Europa.
Sin embargo, el gas ruso representa cerca del 40% de las importaciones de gas natural de la Unión Europea. Eso hace que el bloqueo del envío del petróleo los deje muy vulnerable.