Los sondeos de opinión dicen que Lula tiene una ventaja de dos dígitos sobre Bolsonaro.
Brasil celebra el primer debate televisado entre los candidatos a las elecciones presidenciales del próximo 2 de octubre. Los dos favoritos, el actual presidente Jair Bolsonaro y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, protagonizaron los enfrentamientos más tensos del debate de este domingo, marcado en gran medida por las acusaciones de corrupción.
Bolsonaro dijo que su retador izquierdista lideró el Gobierno más corrupto de Brasil de la historia, citando el escándalo por los contratos sobrevalorados con la petrolera estatal Petrobras.
Presidente Lula, ¿quiere volver al poder para hacer lo mismo en Petrobras?”, preguntó Bolsonaro en el debate entre seis candidatos organizado por medios de comunicación.
Lula, el favorito en la carrera que fue presidente entre 2003 y 2010, dijo que su Gobierno debe ser recordado por ser el que más hizo para reducir la pobreza.
“El país que dejé es un país que la gente echa de menos, es el país del empleo, donde la gente tenía derecho a vivir con dignidad, con la cabeza alta”, respondió Lula. “Este es el país que el actual presidente está destruyendo”.
Lula dirigió Brasil durante años de rápido crecimiento económico, pero fue condenado por soborno y encarcelado durante 19 meses, hasta que sus condenas fueron anuladas.
Los sondeos de opinión dicen que Lula tiene una ventaja de dos dígitos sobre Bolsonaro, quien ha atacado repetidamente el sistema de voto electrónico de Brasil, lo que hace temer que pueda impugnar el resultado si es derrotado.
Algunas de las críticas más duras a las que se enfrentó Bolsonaro en el debate vinieron de dos mujeres entre los seis candidatos.
“Tenemos un presidente que amenaza la democracia. Necesitamos cambiar al presidente”, dijo la senadora Simone Tebet, candidata por el partido centrista Movimiento Democrático Brasileño, cuando se le preguntó cómo resolver el actual conflicto entre el Gobierno de Bolsonaro y el poder judicial.
Bolsonaro acusó al poder judicial de extralimitarse cuando autorizó una operación policial contra varios empresarios que apoyaron su reelección después que un artículo de un medio los acusara de discutir en las redes sociales un golpe de Estado si Bolsonaro perdía.
Tebet acusó a Bolsonaro de retrasar la compra de vacunas y difundir noticias falsas sobre el COVID-19 y que fue intimidada por algunos de sus ministros durante una investigación del Senado sobre la respuesta del Gobierno al coronavirus.
“No le tengo miedo”, señaló con el dedo al presidente.
Bolsonaro negó estar en contra de los derechos de la mujer y afirmó que las brasileñas lo aman porque defiende la familia y se opone a la legalización de las drogas.
Sin embargo, durante el embate atacó a la periodista Vera Magalhães por criticarlo: “Duermes pensando en mí. Eres una vergüenza para el periodismo brasileño”.