El primer paso de la Coordinación Nacional fue el de estudiar las experiencias de alfabetización de países hermanos tales como Cuba, Mozambique, Guinea-Bissau, Cabo Verde, entre otros, y consultar a los expertos en la materia, tales como el Profesor Paulo Freire, y a asesores de la UNESCO y la O.E.A.
Quince días después del triunfo de la Revolución en Nicaragua, en el año 1979, la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el Gobierno de Reconstrucción Nacional, por medio del nuevo ministro de Educación, Carlos Tünnermann, nombraron a Fernando Cardenal S.J., como coordinador de la Cruzada Nacional de Alfabetización. Desde antes del triunfo revolucionario, un equipo de trabajo del FSLN había elaborado un ante-proyecto de alfabetización que sirvió de punto de partida para la planificación de la gran Cruzada Nacional de Alfabetización.
La Cruzada tuvo varias fases: la planificación inicial y selección del método de enseñanza, el desarrollo de talleres de capacitación junto con pruebas de campo para perfeccionar los métodos seleccionados. Esto sucedió a la par de la búsqueda de apoyo financiero para adquirir los materiales necesarios, el llamado a la formación del Ejército Popular de Alfabetización (EPA) y los diferentes grupos de alfabetización urbana.
Todo el trabajo y planificación inicial culminó con el acto de despedida del EPA, en la Plaza de la Revolución el 24 de marzo de 1980. Además del apoyo y liderazgo gubernamental, muchas instituciones privadas y religiosas apoyaron a la CNA de diversas maneras y muchos ciudadanos de otros países contribuyeron con sus esfuerzos a la alfabetización.
En el camino de tan gran hazaña cayeron 59 alfabetizadores. En total, participaron 95,582 estudiantes, maestros, trabajadores de la salud, asesores pedagógicos, conductores, oficinistas y amas de casa. Ellos enseñaron a leer y escribir a 406,056 nicaragüenses, reduciendo la tasa de analfabetismo de un 50.35% a un 12.96%.
La Campaña de Alfabetización en español terminó oficialmente el 23 de agosto de 1980, sin embargo, el 30 de septiembre comenzó la alfabetización en Ingles, Miskito y Sumo, con el objetivo de alfabetizar 16,500 nicaragüenses en la Costa Atlántica. El trabajo de alfabetización fue continuado hasta 1990 por el Vice-Ministerio de Educación de Adultos.
Los objetivos de la CNA, expresados por el Padre Cardenal en una entrevista dada a ‘La Cruzada en Marcha’, órgano oficial de la CNA, fueron los siguientes:
1- Combatir el problema social del analfabetismo.
2- Introducir la realidad social de Nicaragua al Mundo a los miles de campesinos a quienes, la realidad estaba oculta por tanto tiempo por el somocismo.
3- Hacer que nuestros jóvenes participen del cambio nacional y darles la oportunidad formativa más importante de su juventud.
4- Preparar el Vice-Ministerio de Educación de Adultos.
5- Aprovechar la movilización de jóvenes para iniciar otros proyectos de interés nacional.
Como meta fundamental se pretendía darle un golpe mortal al problema social del analfabetismo. El 50% de nuestra población no sabía leer ni escribir. Desde su lucha en la montaña, Carlos Fonseca (Fundador del Frente Sandinista), había soñado con esa meta y se comprometió con los campesinos a enseñar a leer a todos los analfabetas del país en cuanto el Frente Sandinista de Liberación Nacional (F.S.L.N.) llegara al poder. Ese sueño de Carlos se hizo realidad por la Cruzada Nacional de Alfabetización.
Pero no se pretendía sólo enseñar a leer, escribir y los elementos de matemática, sino también se tenía como un objetivo clave la concientización y politización de nuestras analfabetas. En el mismo proceso de aprendizaje de la lectura, nuestros obreros y campesinos aprenderían a conocer su dignidad, su historia, su país, su Revolución. Con esa concientización podrían integrarse activamente al proceso de desarrollo y reconstrucción nacional y a su vez, ocuparían su puesto de protagonistas en el proceso de democratización y de consolidación de los logros de la Revolución Popular Sandinista.
Los jóvenes que integraron el Ejército Popular de Alfabetización (E.P.A.), pasaron también por un proceso de concientización muy intenso, pues llevaron la misma vida del campesino durante cinco (5) meses. Objetivo importante, pues, en esa Cruzada, los jóvenes tuvieron la oportunidad de participar en la hazaña de nuestro pueblo, que sería para ellos sin duda, el momento formativo más importante de su juventud.
La Cruzada Nacional de Alfabetización fue inmensamente rica y fueron muchos los objetivos que con ella se consiguieron. Uno pequeño fue el fortalecimiento de las organizaciones de bases, no sólo con todos los nuevos miembros que se integraron en sus respectivas organizaciones de masas, sino también porque los cuadros dirigentes de esas organizaciones se fortalecieron y maduraron en la labor de sacar adelante la Cruzada, ya que se realizó, como una gran insurrección, a través de las organizaciones de masas.
La Cruzada profundizó el proceso de integración nacional, comenzando con el triunfo de la Revolución Popular Sandinista. Integración del Atlántico con el Pacífico, del trabajador y el estudiante, del habitante del campo y la ciudad.
Por tan importantes objetivos que tuvo la Cruzada, consideramos que éste hecho es uno de los más grandes triunfos de la Revolución Popular Sandinista; tanto a nivel nacional como internacional. 1980: Año de la Alfabetización.
El método de enseñanza que se usó en la Cruzada Nacional de Alfabetización fue inspirada en parte en métodos tales como el de Paulo Freire, los usados en la experiencia metodológica de la República de Cuba y otras campañas similares y completado con particularidades y temas nicaragüenses. El método final se cristalizó en el Cuaderno de Lector-Escritura ‘El Amanecer del Pueblo’ conteniendo 23 temas ligados con la realidad nicaragüense y el proceso revolucionario. Este método se definió como global, analítico y sintético. Las instrucciones para la aplicación de este cuaderno se describieron como el “Cuaderno de Orientaciones para el Alfabetizador (COA) “. Además de estas dos herramientas de la alfabetización se prepararon documentos de evaluación y un cuaderno de operaciones matemáticas prácticas.
Para garantizar la capacitación de cerca de 80.000 alfabetizadores se utilizó una mecánica multiplicadora en la capacitación. En la primera etapa se preparó un equipo de 80 capacitadores (futuros entrenadores de los alfabetizadores), en un taller de 15 días. Este primer grupo desarrolló una experiencia práctica de campo para comprobar la eficacia del método de preparación. En la segunda etapa, los primeros 80 capacitadores entrenaron a 560 nuevos capacitadores, y estos a su vez a 7,000 capacitadores. Fue este grupo de cerca de 8,000 capacitadores el que preparó el universo total de alfabetizadores (80.000) en los diferentes niveles departamentales y municipales, en talleres de diez días de duración. Esta etapa final tuvo lugar en los primeros días del mes de marzo de 1980.
Se calcula que el Proyecto de alfabetización nacional tuvo un costo de aproximadamente 20 millones de dólares (200 millones de córdobas de la época). Esta cifra fue muy baja, si se toma en cuenta la magnitud del proyecto (conviene recordar que ese mismo fue el costo de la Campaña de Alfabetización Cubana en los años de 1960). Debido a la crisis económica que se heredó del somocismo, se solicitó ayuda a otros países, instituciones, partidos políticos, sindicatos, etc., solidarios con la Revolución Popular Sandinista. Esta ayuda fue muy importante para el financiamiento de la Cruzada Nacional de Alfabetización Nicaragüense.
La Cruzada Nacional de Alfabetización fue posible solamente con la conjugación de la voluntad política de la Revolución y el apoyo del pueblo. Esto implicó una gran movilización de masas, y por eso las exigencias de Apoyo Logístico sólo fueron comparables con los requerimientos de la Guerra de Liberación Nacional y la lucha contra la Agresión Imperialista de Reagan y Bush.
Para responder a esas exigencias logísticas, la Coordinación Nacional de la Cruzada de Alfabetización creó un Departamento de Apoyo Logístico, el cual con el respaldo del gobierno de reconstrucción nacional tomo todas las medidas necesarias para responder a esas necesidades y facilitó el éxito de la CNA. Naturalmente se presentaron problemas, principalmente en el área de transporte de materiales a los brigadistas ubicados en zonas aisladas, pero estos obstáculos no detuvieron el avance de la Cruzada y su éxito final.