José Dolores Estrada nació en la ciudad de Nandaime, Departamento de Granada, el 16 de mayo de 1792, siendo sus padres Don Timoteo Estrada y Doña Gertrudis Vado Lugo, ambos de humilde condición económica, tuvo tres hermanos: José Julián, José María (clérigo) y Magdalena.
Fue bautizado por el Presbítero y Beneficiario de la parroquia de Nandaime, Don Buenaventura Gutiérrez, conforme a los ritos religiosos de la Iglesia Católica.
En 1821, a sus 19 años de edad tomó parte en las asonadas libertarias de Granada, demostrando con su entusiasmo juvenil, las ansias muy nobles que lo caracterizaron en su vida.
El 15 de septiembre de 1821, la Independencia Centroamericana brilló para todos los ciudadanos del Istmo. El joven Estrada con su decisión dio vida después a otra fecha también libertaria, como fue el famoso 14 de septiembre.
El 23 de octubre de 1855, después de la derrota a los demócratas, los legitimistas fueron obligados a entregar las armas como resultado del pacto con William Walker. El Teniente Coronel Estrada se negó a rendirse y entregar las armas, uniéndose a los legitimistas de Matagalpa que acordaron combatir a Walker.
Participó en los combates de Pueblo Nuevo, departamento de Estelí, el ataque en Somoto en abril de 1856 y el 20 del mismo mes en el departamento de Matagalpa firmó el acta patriótica conocida como “Acta de Matagalpa”, en la que declararon con firmeza y decisión: “…sostener, hasta derramar la última gota de sangre, la independencia nacional”. Posteriormente fue ascendido al grado de Coronel.
El 29 de agosto de 1856, el General en Jefe del Ejército del Septentrión, General Tomás Martínez Guerrero le ordenó impedir el avance de las tropas filibusteras hacia la región septentrional de Nicaragua, controlar el camino carretero y evitar su abastecimiento en las haciendas ganaderas ubicadas al norte y este del Lago Xolotlán, departamento de Managua. Para ello, partió de Matagalpa al mando de la División Vanguardia y de Operaciones del Ejército del Septentrión compuesta aproximadamente por 120 hombres, se ubicó en la Hacienda San Jacinto y el 11 de septiembre recibió el refuerzo de 60 indios flecheros de Matagalpa.
El 12 de septiembre, se firmó la paz entre legitimistas y demócratas para dar fin a la guerra civil e iniciar la guerra anti filibustera. Él 14 del mismo mes, dirigió la batalla de San Jacinto de la cual salió victorioso y demostró su brillante capacidad de organización, dirección y táctica. Al respecto, expresó: «Moriré en mi puesto antes de abandonar vergonzosamente el campo que se me ha confiado, no hice más que cumplir con mi deber de soldado”.
El 19 de noviembre de 1856, obligó a Walker a desalojar Masaya y dirigirse a Granada. En abril de 1857, el coronel Estrada asumió el mando de las fuerzas militares de Granada y expulsó a las últimas fuerzas filibusteras.
El 25 de junio de 1857, fue ascendido a General de Brigada y comandante General de Armas por sus méritos en la guerra. El 20 de febrero de 1858, el gobierno de El Salvador le otorgó el grado de General de División y los gobiernos de Costa Rica y Guatemala le entregan la más alta condecoración de sus países conocida como “La Cruz de Honor”. Su carrera militar no fue improvisada, se inició como soldado y fue ascendiendo según sus méritos como todo militar digno.
En 1863, por oponerse a las aspiraciones continuistas del General de División Tomás Martínez, le retiró su grado militar y fue obligado a exiliarse en Costa Rica. No obstante, el 9 de septiembre de 1868, mediante decreto, el Presidente Fernando Guzmán le otorgó amnistía y el 27 de junio de 1869 fue reintegrado al Ejército con el nombramiento de Jefe de Operaciones reafirmándole el grado de General de División a los 77 años de edad.
El 12 de agosto de 1869, fallece en Managua de complicaciones hepáticas, el Gral. José Dolores Estrada. El gobierno atributó altos honores, a los militares de Nicaragua se les ordenó llevaran por ocho días un listón negro al brazo en señal de duelo.
Sus restos fueron sepultados en la Catedral de Managua y antes de transcurrido los 6 meses de su sentida muerte, el Congreso Nacional, mediante decreto del 4 de enero de 1870 mandó a colocar sobre su tumba una lápida de mármol con la siguiente inscripción: “Al ilustre General José Dolores Estrada, vencedor de San Jacinto, la patria agradecida”.
El 17 de agosto de 1971 el Congreso de Nicaragua declara Héroe Nacional al General José Dolores Estrada.
El General de División José Dolores Estrada Vado, hombre sencillo y humilde, de altos principios y valores morales, éticos, cívicos, pre independentistas, patrióticos, evidenciándolos en cada una de sus acciones en interés de la defensa de la patria. Entre sus características se destacan: Austero, de carácter serio, de firme entereza, de honradez probada, con un alto amor a la libertad, al cumplimiento del deber, la lealtad y el honor.
En la actualidad el Gobierno y el ejército le siguen tributando honores en su tierra natal donde descansan finalmente sus restos.