La sequía actual del país parece ser la peor de los últimos 500 años.
Europa, sufre su peor sequía en décadas, marcada por masivos incendios forestales, reducción del agua en ríos, lagos, además que es una amenaza para la agricultura, ya que el país atraviesa un verano extremadamente caluroso.
Según el observatorio europeo de la sequía, el último mapa del indicador combinado de sequía muestra que el 47% del territorio de la Unión Europea (UE) está en advertencia, mientras que el 17% se encuentra en alerta.
Teresa Ribera, ministra de energía española, afirmó que, debido al calor, los incendios forestales también se convirtieron en un serio problema para España, mientras el pasado julio fue el mes más caluroso desde 1961. «Estamos en un año particularmente seco, un año muy difícil que confirma lo que los escenarios de cambio climático destacan desde hace mucho tiempo».
Actualmente, el país está en una crisis sin precedentes de sequía, en el que se han registrado temperaturas récord, en varios países de la región, decretado estados de emergencia para hacer frente a esta situación.
El calor extremo no solo provocó incendios forestales masivos, también la falta de agua, que amenaza con interrumpir el transporte por ríos, además, suponen un peligro para el sector agrícola, mientras reportes indican que las cosechas de Francia, España, Italia, Portugal, Alemania, Polonia, Hungría, entre otros países, serán peor este año.
Debido al calor, el río Rin, una de las vías fluviales más importantes de Europa, que atraviesa Suiza, Francia, Alemania y los Países Bajos, está a punto de volverse intransitable en un punto comercial clave de Alemania.
Esto obstaculizaría el transporte de diésel y carbón, la situación se registra en Kaub, al oeste de Fráncfort, donde se pronostica que el nivel del agua caerá a una profundidad crítica de 40 centímetros, según la Administración Federal de Vías Navegables y Navegación de Alemania, lo que resultaría imposible para el tránsito de la mayoría de las barcazas que llevan mercancías.
El nivel del agua en el río ya cayó este lunes por debajo de las cifras que se registraban en el 2018, cuando el transporte fluvial fue suspendido durante 132 días, según The Guardian. Pero no solo el Rin se vio afectado por el clima, el nivel del agua en varios lagos situados en Berlín y alimentados por el río Spree también disminuyó.
El pasado 5 de agosto, se activó un gabinete de crisis por la histórica sequía, después de que todo el territorio metropolitano fuera declarado en alerta.