Este escenario agudiza las tensiones entre EE.UU. y China, cuyas relaciones se encuentran en su peor estado desde que ambos países normalizaran sus relaciones diplomáticas en 1979.
Pekín remitió en privado claras advertencias a Washington respecto a la posible visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi.
Reportó el diario británico The Financial Times, que cita a seis fuentes al tanto del asunto, los avisos fueron «significativamente más fuertes» en comparación con los que el Gobierno chino hizo en el pasado en sus denuncias de las acciones estadounidenses en relación a la isla.
En particular, algunos de los informantes sostuvieron que el gigante asiático aludió en su retórica privada a una eventual respuesta militar. Así, China podría tratar de impedir que el avión con Pelosi aterrice en Taiwán o emprender otros pasos para evitar que se produzca la visita.
Asimismo, varias fuentes indicaron que la Casa Blanca intentó evaluar si se trataba de unas advertencias serias o si Pekín estaba apostando por una política de jugar con fuego para conseguir que Pelosi renuncie a su plan.
Dos informantes declararon que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, está en contra de la visita de Pelosi por el riesgo de una posible escalada en torno al estrecho de Taiwán, mientras que otros altos cargos del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés) estadounidense tampoco apoyan la idea.
Desde el organismo se negaron a comentar si la Administración Biden instó a Pelosi a cancelar su viaje.
John Kirby, coordinador de Comunicaciones Estratégicas del NSC, señaló que el equipo del NSC proporcionó a Pelosi «contexto, hechos e información geopolítica relevante», anotando que la presidenta de la Cámara de Representantes toma sus propias decisiones.
Otro motivo que aumenta la inquietud es el hecho de que el embajador de EE.UU. en China, Nick Burns, interrumpió su visita a la capital estadounidense esta semana y retornó a Pekín. Tal paso se debió a las crecientes tensiones en torno a Taipéi y los preparativos para una conversación telefónica entre Joe Biden y su homólogo chino Xi Jinping que puede tener lugar a finales de este mes.
El diario británico apunta que la hipotética visita de Pelosi, que podría tener lugar en agosto tras la cancelación de un primer viaje previsto para abril tras contagiarse de coronavirus.
La llegada a la isla ocurriría cerca de la celebración el próximo 1 de agosto del 95.º aniversario de la fundación del Ejército Popular de Liberación de China.
También, podría coincidir con la reunión de anual de los líderes del Partido Comunista chino, donde los dirigentes abordan políticas. Este año el conclave tiene una especial importancia, dado que el presidente Xi tendrá que allanar el camino para asegurar su tercer mandato como jefe del partido durante el Congreso programado para el próximo noviembre.
Taipéi consideran que el riesgo de que Pekín lance acciones militares en respuesta a una visita de Pelosi es mucho más pronunciado que el año pasado, teniendo en cuenta la creciente presión.
Un alto funcionario taiwanés, expresó que «Antes el gánster llevaba un traje, pero ahora saca directamente el cuchillo».
La posible visita de Pelosi a territorio taiwanés agudizó las tensiones entre EE.UU. y China, cuyas relaciones se encuentran en su peor estado desde que ambos países establecieran nexos diplomáticos en 1979. De concretarse, se trataría del primer viaje de un presidente de la Cámara de Representantes a la isla en 25 años.
Pekín insiste en que cualquier negociación con Taiwán que pase por encima del Gobierno central chino, viola el principio clave de su política de una sola China y las disposiciones de los tres comunicados conjuntos suscritos por China y EE.UU.
La mayoría de los países, incluida Rusia y EE.UU. reconocen a Taiwán como parte de la República Popular China.