James es elegible para una extensión de dos años y $97 millones. De no aceptarla, será agente libre en 2023.
La primera temporada del experimento de los Los Angeles Lakers para unir a Russell Westbrook con LeBron James y Anthony Davis fue un absoluto fracaso y el equipo quedó fuera de los playoffs.
Tras la eliminación del equipo angelino se han desatado los rumores de cambio de Westbrook por Kyrie Irving pero, hasta el momento, no se ha concretado.
James, como Davis y Russell están dispuestos a hacer funcionar el experimento que en la temporada anterior resultó catastrófico, lo que muestra la realidad es que el divorcio parece inevitable.
James es elegible para una extensión de dos años y $97 millones. De no aceptarla, será agente libre en 2023. Y todos sabemos que, con la actual plantilla, si se queda Russell Westbrook, no hay posibilidad de ganar el campeonato. Así que no veo, de momento, en el panorama, cómo subir la calificación de B a algo mejor. De hecho, lo que puede pasar es que la baje.
Aunque sería un poco desproporcional decir que todo el éxito de los Lakers depende de que Anthony Davis esté en cancha saludable, diré cierto a la pregunta, tanto por el bien presente del equipo como el futuro. Davis ha sido uno de los jugadores más frágiles desde que entró a la liga en 2012-13, pero su talento inmenso siempre pudo más, culminando en la burbuja con el campeonato.
Sin embargo, Davis simplemente no es el mismo desde entonces, con su juego en general sufriendo un bajón que, aunque no necesariamente se refleja en todas las estadísticas, es claro ante la prueba visual.
Muchos esperábamos que AD ya hubiera tomado el batón de LeBron James como el mejor jugador del equipo como parte de la transición de eras que supuso su llegada a Los Ángeles en 2019-20; los Lakers tienen mucho que resolver y descifrar bajo su nuevo coach para la próxima campaña, pero otra temporada perdida de AD los sentencia de antemano.