Es un tesoro por descubrir con sus mitos guardados por sus habitantes
La Laguna La Bruja se ubica a dos kilómetros del casco urbano en la comarca El Pegador, en Las Sabanas, un municipio a 24 kilómetros aproximadamente de Somoto buscando San José de Cusmapa.
Efectivamente, a unos cien metros de la calle principal llegamos a este espejo de agua de azul intenso, donde según los guías la laguna alberga historias que rozan con lo fantástico.
El lugar está plagado de leyendas, comenzando por su nombre. Cuenta la leyenda que en medio del bosque de la laguna habitaba una bruja, que se podía convertir en serpiente y se encargaba de desaparecer a todos los curiosos que merodeaban en los alrededores de la laguna.
Otra leyenda dice que la laguna no tiene fondo (esto no se ha podido comprobar).
También afirman que, en Semana Santa, algunos matorrales que yacen sobre la laguna, se mueven de un punto a otro. Narran que, en temporadas, el lugar era peligroso para pescar en solitario, pues hubo desapariciones.
Pero más allá de las leyendas, la laguna se enclava entre montañas altas, dando esa sensación de estar situados en un pedacito del Edén.
Esta laguna es de origen volcánico y cuenta con una extensión de más de 2 hectáreas, en sus tierras se cultiva café y fresas y en sus aguas se pesca solo para el consumo familiar y durante ciertos períodos, esto para la conservación del humedal.
El pueblo de Las Sabanas está 262 kms al norte de Managua y está situado a 24 km al sur de Somoto. Hasta esta cabecera departamental se transita por la Carretera Panamericana, luego 24 kilómetros adoquinados hasta San Lucas.
El clima en la laguna es agradable y propicio para el descanso y la observación de la naturaleza. Una vez en el lugar, puedes optar por realizar un tour en el humedal, esto incluye: entrada a los sitios, lancha de remo, chalecos salva vida, senderismo, hamacas y el tour de la fresa.