El país sudamericano mantiene un litigio con Reino Unido por las Malvinas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina, ratificó su postura respecto al derecho a ejercer su soberanía sobre los territorios y espacios marítimos que le pertenecen.
El gobierno argentino, manifestó que está implementando diferentes políticas con el fin de proteger sus recursos, para utilizarlos sustentablemente.
En tal sentido, destacan la vigilancia y el control de las aguas jurisdiccionales, así como también una serie de acciones para desalentar y poner fin a la pesca ilegal no declarada y no reglamentada; y la investigación científica.
Estas políticas están dirigidas a profundizar el ejercicio efectivo de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y otros espacios marítimos correspondientes.
La cancillería expresó que implementara diversas medidas para conocimiento, preservación y uso sustentable de los recursos marítimos que tienen una gran importancia para esa nación suramericana.
De igual manera, destacaron la creación y adecuación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, a lo que se suma la posición de seguir cooperando en foros multilaterales y bilaterales, entre otras.
Pormenoriza el documento emitido por la cartera diplomática que tales asuntos revierten un especial interés no solo en materia de política exterior, sino también en la consolidación de un proyecto de desarrollo soberano.
Este sábado, además, en el marco de los 40 años de la guerra de Malvinas, se inauguró un monumento de bronce para los excombatientes en plaza Malvinas; ceremonia encabezada por el arzobispo de la ciudad, «Tony» Reda, uno de los sobrevivientes más reconocidos de La Plata.
El 2 de abril de 1982, Argentina desembarcó tropas en las islas para recuperar su soberanía sobre este territorio ocupado por el Reino Unido desde 1833. Sin embargo, 74 días después, tuvo que aceptar la derrota al perder a 649 soldados.
Desde entonces, Buenos Aires ha reivindicado la soberanía sobre las islas Malvinas en distintos foros internacionales y ha instado a Londres a negociar para resolver la disputa, una propuesta rechazada por los británicos.