Said Lobo, hijo del expresidente de Honduras Porfirio Lobo Sosa, fue asesinado a la salida de una discoteca en Tegucigalpa.
El hijo del expresidente de Honduras Porfirio Lobo, Said Lobo, ha fallecido esta madrugada junto a otros tres jóvenes tras recibir varios disparos cuando salía de una discoteca en el noreste de la capital hondureña, Tegucigalpa.
Así lo ha confirmado el propio Porfirio Lobo, quien ha llamado a las autoridades del país para que «tomen cartas en el asunto» porque los asuntos de seguridad en la nación centroamericana «se les está yendo de las manos». «Tienen que poner orden», ha dicho.
«Quienes lo mataron son gente entrenada, mataron a mi hijo y su conductor (…) Los hijos duelen», ha trasladado el expresidente, tal y como recoge el diario local ‘La Tribuna’.
Lobo, quien presidió Honduras entre 2010 y 2014, ha incidido en que no todas las medidas de seguridad aplicadas anteriormente son malas, criticando así el nuevo rumbo aplicado por el Gobierno. Además, ha instado a las autoridades a hacer uso de todos los recursos que tiene a su alcance.
En el hecho también murieron Luis Zelaya, de 23 años, pariente del exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Romeo Vásquez, quien dijo en el sitio del crimen que los jóvenes «fueron bajados de los vehículos y los mataron», con disparos en la cabeza.
Las otras dos víctimas fueron identificadas como Salomón Velásquez y Norlan Enrique Rodríguez.
El hecho se registró hacia las 02.00 hora local (03:00 a.m hora peruana) en la salida del estacionamiento del edificio Torre Morazán, a orillas de un bulevar de la capital hondureña.
Varios disparos impactaron en una de las paredes del edificio.
Las dos camionetas en que se conducían los cuatro hombres, todos amigos, quedaron en la salida del aparcamiento del edificio.
Según el exdirector de Medicina Forense Denis Castro, por imágenes que ha recibido, se trata de un crimen que ha sido bien planificado.
La violencia criminal en Honduras deja un promedio de entre diez y trece muertos diarios, según fuentes policiales y organismos de derechos humanos.
La zona ha sido acordonada por agentes de la Policía Nacional, que darán comienzo ahora a las investigaciones pertinentes, si bien es cierto que los primeros informes apuntan a que un grupo fuertemente armado se habría bajado de un vehículo y habrían abierto fuego disparando hasta 80 veces contra Said y sus acompañantes.