La Casa Blanca debe pensar de una forma más geoestratégica para contrarrestar la influencia de los dos países.
Washington mantiene en el punto de mira la creciente influencia de China y Rusia en América Latina por las preocupantes consecuencias que podría acarrear esta expansión en cuanto a la inestabilidad, la inseguridad y la debilidad de las instituciones democráticas.
Laura Richardson, jefa del Comando Sur de Estados Unidos, Aseguró, “que la clave para contrarrestar la creciente expansión de China y Rusia está en trabajar con los socios y aliados de la región y tienen que trabajar con los ejércitos, las fuerzas de defensa de nuestros socios y aliados, haciéndolos más fuertes, ayudándolos a superar estos desafíos transversales y estas amenazas”.
Advirtió que, el gobierno chino está incrementando su influencia en muchos países latinoamericanos con el pretexto de invertir en esta región, pero, según ella, en realidad esas inversiones no son tales, ya que no fomentan la prosperidad económica en tanto que trae a muchos trabajadores chinos y no fomentan la contratación local.
Afirmo, que China se está aprovechando de la debilidad de las economías latinoamericanas para ofrecerles, entre otras cosas, préstamos con una gran deuda que luego será imposible de asumir.
Asimismo, las inversiones que China está haciendo en puertos, aguas profundas, telecomunicaciones, infraestructura, proyectos que muchas veces no se hacen muy bien o hay mucha deuda, muchos préstamos que son pagados para que estos países la asuman.
En relación con Rusia, la alta funcionaria estadounidense, expresó su preocupación por la posición que ha tomado el Kremlin en cuanto a las campañas de desinformación en Latinoamérica. Indicó, “Rusia es muy popular con la desinformación y las noticias falsas, y creo que ayudan a apuntalar candidatos en las elecciones que podrían no ser las personas adecuadas para promover la democracia y crear democracia”.
Aseguró que, el gobierno liderado por Vladimir Putin pretende socavar las instituciones democráticas, lo que supondría un peligroso movimiento para toda la región.
El Comando Sur confía en seguir estrechando lazos con sus socios y aliados en América Latina. Pero otros consideran que la Casa Blanca debe pensar de una forma más geoestratégica para contrarrestar la influencia de esos países, muchos de ellos ahogados por la economía y la fuerte inflación en todo el mundo, ven en estos proyectos chinos una oportunidad valiosa para sanear sus cuentas.
Eduardo Gamarra, profesor de política y relaciones internacionales de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), Indicó, “Esperamos que Estados Unidos le dé una prioridad estratégica a América Latina e invierta en la región de una manera estratégica”.