En Indiana experimentaron un aumento en el número de pacientes, luego que se revocara el derecho a la interrupción del embarazo en varios estados vecinos.
Una niña de Ohio embarazada, por abuso sexual, ha tenido que desplazarse a Indiana, luego que se prohibiera el aborto, desde finales de junio a nivel estatal, tras la decisión del Tribunal Supremo estadounidense de suprimir este derecho a nivel federal.
La ley estatal de Ohio prohíbe los abortos a partir de la sexta semana, cuando se prevé que el feto empieza a tener latido. La norma ha sido recurrida, pero el Tribunal Supremo de Ohio dictaminó su vigencia hasta que se resuelvan los recursos, ha informado The Cincinnati Enquirer.
Pese a que los abortos aún están permitidos en Indiana, el 25 de julio la asamblea general estatal se reunirá en una sesión especial para discutir restricciones a esa política.
Caitlin Bernard, ginecóloga obstetra se mostro un poco preocupada por los casos excepcionales.
“Es difícil imaginar que solo dentro de unas pocas semanas no tendremos la capacidad de brindar esa atención”. Enfatizo Bernard quien atendió a la menor con un embarazo de seis semanas y tres días.
Desde la decisión de la Corte Suprema que revocó el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, los proveedores de abortos de Indiana experimentaron un aumento en el número de pacientes que acuden a sus clínicas desde estados cercanos con políticas más restrictivas.