Un destino de naturaleza, sol y playa, combinado con aventuras, destacando las áreas protegidas con la bio y geo diversidad.
Chinandega, está situada en la región occidental del pacifico de Nicaragua, considerada la segunda ciudad con mayor fuerza económica después de Managua, reconocida por la fertilidad de sus suelos y su alto nivel de producción agrícola.
El departamento posee clima tropical seco, el periodo de verano se extiende de noviembre hasta abril y el lluvioso de mayo a octubre. El departamento se divide en trece municipios: Chinandega cabecera departamental, Chichigalpa, Cinco Pinos, Corinto, El Realejo, El Viejo, Posoltega, Puerto Morazán, San Francisco del Norte, San Pedro del Norte, Santo Tomás del Norte, Somotillo y Villanueva.
Se caracterizan, por tener paisajes espectaculares, ricos suelos y gran producción agrícola, bosques de manglares, hermosas playas, pueblos e iglesias históricas, con el volcán más alto de Nicaragua, El San Cristóbal (1,745 metros), en el complejo volcánico de Los Maribios.
El origen del nombre de Chinandega, se deriva de la voz nagrandana o idioma náhuatl “Chinantecal” que significa vecino de Chinantlan, y esta a su vez de Chinan, que significa cobertizo o bajarete provisional de habitación y de partícula indicativa del lugar tlan, es decir, que Chinandega significa “Lugar de enramadas o habitaciones provisionales”.
Posee un museo que lleva por nombre Enrique B. Mantica, cuenta con más de 1200 piezas arqueológicas de cerámica policromada, monocroma, cabezas, trofeos, piedras, metales, estatuas, oxidianas, jade y oro, forman el museo Chorotega- Nicarao.
El museo tiene una colección completa, que datan algunas desde hace mil 500 años, donde se exponen vestigios que representan el periodo Paleoindio, hace 12 mil años, cuando el hombre era cazador y existía la mega fauna como el mamut y el bisonte. También hay cerámica de hace 3 mil años antes de Cristo.
Su población, es bastante devota y una de las parroquias que más resalta es la de Santa Ana, se remonta a la misión que menciona el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo en la tercera década del siglo XVI.
El Obispo Agustín Morel de Santa Cruz, en su visita pastoral a esta parroquia en el año 1751, encontró un templo de mampostería bien dotado de los cuales se conserva el altar mayor que consta de tres cuerpos con 6 altares en los que había en esa época efigies de santos de cuerpos entero bastante primorosas, en Guadalupe se encuentra la imagen más antigua de la ciudad, nuestra señora de la Concepción de los Remedios, con más de dos siglos de data. Ministrado por religiosos franciscanos.
Tradición que se celebra en El Viejo el día 6 de diciembre un día antes de “La Gritería”, ceremonia que gira en torno a la preciosa reliquia de La Virgen del Viejo que data del año 1536, obsequiada por Santa Tersa de Jesús, al nuevo mundo.
Desde entonces, ha venido recibiendo el honor y la gloria de un pueblo que la reconoce como celestial protectora y abogada.
No se tiene dato preciso del origen de la Lavada de La Plata, pero sí se sabe que en algún momento los tesoros acumulados en las ofrendas hechas a la Milagrosa imagen de María Purísima por los favores recibidos eran abundantes. Por lo que es natural que los tesoros de objetos de Plata que guarda la iglesia necesitaran periódicamente de pulimiento o limpieza.
Siendo tantos los tesoros y tan poco los misioneros franciscanos fue necesario llamar a los indios y ladinos para que ayudasen en dicha labor de limpieza.
Estas actividades consisten en colocar en el atrio de la iglesia, mesas lisas, sin barnices ni pintura y bien limpias, para poner sobre ellas las piezas de platas que llevan las personas año con año.
En el suelo, se colocan las piedras o tenamastes, donde se encaramaban las joyas de barro, bajo las cuales ardían el intenso fuego atizado constantemente por mujeres y hombres, que realizaban dicho menester por la devoción de la virgen María y como promesa ya tradicional en las familias.