Estamos en una crisis de gas, se ha convertido en un bien escaso.
El Gobierno de Alemania, ha elevado a una segunda fase el nivel de alarma, por el riesgo al suministro energético, derivado a la reducción del abastecimiento gasístico de Rusia, anunció el vicecanciller y el ministro de economía del país, Robert Habeck.
El ministro alemán, enfatizó que el país actualmente atraviesa una interrupción en el suministro de gas.
“Estamos en una crisis de gas. A partir de ahora, el gas es un bien escaso en Alemania«. Destacó el ministro
Al mismo tiempo, Habeck aseguró que los suministros están garantizados de momento, aun así, continúo insistiendo a los consumidores en la necesidad de reducir el consumo de gas “en verano y en invierno”
Dentro de las medidas de la fase dos, que sí tomará el gobierno figura la apertura de una línea de crédito de 15.000 millones de euros, para rellenar las reservas estratégicas.
También, el inicio este verano de un nuevo modelo de subastas de gas que tiene como objetivo incentivar el ahorro del hidrocarburo entre los consumidores industriales.
El tercer y más alto nivel de emergencia, al que aún no se ha llegado, implicaría ir más allá de las herramientas de mercado para gestionar la crisis y pasar al control estatal de la distribución.
En verano, el consumo de gas en Alemania representa hasta una quinta parte del consumo de invierno, cuando además de la industria lo emplean los hogares en su calefacción. Pero el gobierno de Scholz está en alerta por la necesidad de llenar las reservas en previsión de un invierno muy diferente al de 2021, cuando no se dudaba del suministro ruso.
Alemania, lleva desde marzo en la fase uno de su plan de emergencia, vigilando los flujos diarios y promoviendo el rellenado de las reservas estratégicas. Un 15% de la electricidad alemana se genera a partir del gas, que también es fundamental para la calefacción de los hogares y la industria química, farmacéutica y metalúrgica.