El Diario Nica

Terremoto en Afganistán deja decenas de muertos

Se produjo a 10 km de profundidad a las 1:30 am del miércoles.

Un potente terremoto de magnitud 6,1, dejó al menos 1.000 muertos y 1.500 heridos en Afganistán, según reportes de las autoridades locales.

Al menos 1.000 personas murieron y varios centenares resultaron heridas, antes esta catástrofe, que golpeó una aislada zona fronteriza del este de Afganistán, según las autoridades temen que el balance de víctimas siga aumentando.

Mohammad Amin Huzaifa, responsable de información y cultura de la provincia de Paktika, comentó que “La gente excava y excava tumbas, una de las partes más afectada es Khost, llegó a 1.000 muertos y las cifras aumentan”.

Las casas están destruidas, no hay lugar donde refugiarse ni comida, se encuentran personas aún atrapadas entre los escombros, a los fallecidos se suman al menos 600 heridos.

El sismo de magnitud 5,9, se produjo en una zona remota del este, cerca de la frontera con Pakistán, donde la comunicación se he hecho difícil debido a los daños en las torres de telefonía móvil.

Muchos heridos proceden del distrito de Giyan en la provincia, el cual fueron transportados en ambulancias y helicópteros, los mercados locales están cerrados, casas derrumbadas en las calles, en esta región rural pobre y remota.

Mohamad Abas Akhund, ministro de desastres naturales expresó que «gran parte de la región es montañosa y los desplazamientos son difíciles, llevará tiempo evacuar a los fallecidos y heridos«.

Estas catástrofes pueden ser especialmente devastadoras debido a la escasa resistencia de las casas rurales afganas, los servicios de rescate del país, están limitados desde hace tiempo en efectivos y capacidad, el cual no están adaptados para enfrentarse a catástrofes naturales de esta envergadura.

Desde la llegada de las talibanas al poder en agosto, Afganistán atraviesa una grave crisis financiera y humanitaria, provocada por el bloqueo de millones de salarios en el extranjero y la suspensión de la ayuda internacional, que sustentaba al país desde hacía dos décadas y que ahora llega con cuentagotas.