Con altura es de 1,465 msnm y su ubicación lo convierte en un destino impresionante.
El Disparate de Potter, ofrece una de las vistas más espectaculares del departamento de Matagalpa. Este mirador y restaurante de montaña está localizado a unos 13 kilómetros de esta ciudad, en la carretera hacia Jinotega.
El panorama del lugar no sólo llega al valle ubicado debajo, sino mucho más allá. En un día despejado, hasta se pueden ver los volcanes del Cerro Negro y el Momotombo, a pesar de que en la época lluviosa la vista es limitada, las nubes crean un ambiente místico.
El Disparate de Potter, también ofrece a sus clientes una sala de conferencia con capacidad para 150 personas, alojamiento, cabañas privadas, agua caliente, y un excelente servicio.
Poseen un menú bastante variado, desde comidas típicas nicaragüense, hasta comida internacional, ofreciendo: mariscos, carnes, vegetales, tragos; combinado con una atención personalizada y delicada.
Para disfrutar de la comida hay varios ambientes; además del edificio de dos pisos, hay unos pequeños ranchos al aire libre.
El Disparate del Potter, goza de un clima fresco de montaña, una variedad de plantas y árboles rodean este hermoso lugar. Aún dentro de la propiedad se pueden observar una gran variedad de orquídeas, incluso se tiene la oportunidad de ver a monos en los árboles del restaurante.
El lugar lleva ese nombre debido a Charlie Potter, que fue conocido por una idea excéntrica, pero con el tiempo la gente iba a comprender que Potter, era más bien un genio en ingeniería.
Este destino, se originó cuando el señor Potter tenía una hacienda de café, llamada la fundidora y quiso conectar Matagalpa, por medio de una carretera para vehículos en 1935.
la carretera que el planeaba construir, pasaba por las pendientes de las montañas y tuvo que minar un cerro de más de 1,500 metros, para poder entrar el camino qué se desviaba a la fundidora.
La gente decía que era un disparate tremendo, construir la carretera en un lugar tan montañoso y criticaban bastante la inversión, pero con el tiempo el señor Potter tuvo la razón, cuando el departamento de carreteras decide construir la autopista en 1950, siguieron por la misma montaña que el señor Potter había cortado.